3.2 ¿Qué hacer si detectamos alguna dificultad?
En esta entrada daremos respuesta a la pregunta qué hacer ante una dificultad de aprendizaje que aparezca hipotéticamente en las actividades de Ritmo de Manos y Frankistorias, creadas en los Bloques 1 y 2. La lista de observación se ha desarrollado para identificar problemas en la lectura, pero también pueden servirnos para detectar dificultades en otro tipo de actividades.
RITMO DE MANOS
Si durante esta actividad aplicamos la lista de observación realizada, podríamos encontrar dificultades como:
- No distinguir izquierda y derecha.
- No ser capaz de retener la secuencia de movimientos: saltarse pasos, cambiar orden...
Para la primera dificultad podríamos tomar medidas como poner un gomet en una de sus manos que marque cuál es la mano derecha o izquierda, poner flechas a los dos lados de la pizarra con las palabras derecha o izquierda, utilizar guantes de colores...
En el segundo caso, optaría por realizar un apoyo visual similar a este que apoyara la secuencia de manos, de forma que pudieran ir siguiéndolo mientras lo realizan y autoevaluar dónde han fallado.
FRANKISTORIAS
En el caso de Franistorias, la lista de observación nos valdría para evaluar toda la actividad, ya que aúnque está diseñada para la lectura, podría servirnos también para detectar problemas en la escritura.
A continuación expongo las posibles dificultades que podrían aparecer así como algunas estrategias que podríamos usar para abordarlas:
- Velocidad lectora lenta: podríamos apoyarnos en un compañero y que leyesen una frase cada uno, de forma que la velocidad y el hilo de la historia no se perdiese.
- Baja comprensión lectora: hacer preguntas durante la intervención que ayuden a la comprensión lectora y que favorezcan el reconocimiento de las ideas clave, protagonistas, lugares.. También podríamos proyectar en la pizarra un Mapa de historia similar a este (o más sencillo, según lo que queramos trabajar) para centrar la atención en los aspectos más importantes.
- Se pierde en las lecturas conjuntas: para mantener la atención, podemos pedirles que realicen algo durante ella de forma que tengan que estar atentos. Por ejemplo, la dinámica de dos estrellas y un deseo, nos sirve para que, al finalizar la exposición digan dos cosas que su compañero ha hecho bien y una que debe mejorar. De esta forma nos aseguramos de que tengan que estar escuchando y fijándose bien en la intervención.
- Rechaza la actividad: desgraciadamente siempre habrá algún discente que no esté motivado para realizar la actividad; sin embargo, podemos tener en cuenta algunos puntos para intentar que sean los menos posibles. Por ejemplo, podemos hacer que la selección de las palabras sea divertida e inesperada creando un ambiente de expectación para saber qué es sobre lo que les va a tocar escribir. Incluso podemos cambiar palabras por dibujos o fotografías dejando que sean ellos los que decidan qué palabra será la que usen. Dotarlos también de un "esquema" del cuento facilitará que tengan un andamiaje para apoyar su trabajo y no se sientan perdidos.
- Tiene dificultades para reconocer y escribir palabras: Los discentes que tienen muchas dificultades de este tipo muchas veces rechazan la actividad, por eso es importante darles el apoyo necesario durante la escritura. Idealmente, el docente debería estar con ellos para ayudarles cuando aparecieran, pero también podemos echar mano de un compañero-tutor que ayude al alumno que tiene dificultades. La selección de palabras con estos alumnos debería ser léxico de alta frecuencia e incluso acompañarlo con dibujos que faciliten su memorización. Por ejemplo:
Estos son solo algunos ejemplos de estrategias que podrían llevarse a cabo en el aula para favorecer la adquisición de los objetivos propuestos por parte de todo el alumnado. El uso de estrategias que faciliten la comprensión y el desarrollo de la tarea es simplemente una de las formas que tenermos para dar respuesta a la diversidad. Es importante que estemos alerta para identificar las posibles desviaciones o dificultades que aparezcan durante el proceso de enseñanza-aprendizaje de forma que podamos dar respuesta lo antes posible.
En caso de detectar alguna dificultad, sería conveniente ponerse en contacto con los especialistas pertinentes que nos guiarán en la clasificación y estrategias de intervención específicas para el alumno. También es necesario involucrar a las familias para que vayamos todos en la misma dirección y podamos resolver con mayor premura estas dificultades.
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